Los lugares públicos como estadios o centros comerciales son considerados como lugares de pública concurrencia, y por lo tanto están sometidos a determinadas normativas con el objetivo de garantizar la seguridad de cuantos puedan ocupar estos espacios, sin importar el número de personas que entren en cada uno de estos lugares.
Entre estas normas se encuentra la necesidad de disponer de suficientes salidas en las que evacuar el edificio en caso de emergencia. Estas tienen que estar equipadas con puertas que se abran con facilidad en caso de se empujadas, así como evitar los resbalones con pisos para entrada de goma que garanticen la adherencia cuando se vaya corriendo. Además tiene que haber elementos de seguridad como extintores y mangueras de incendios que se puedan utilizar para luchar contra eventuales incendios antes de que estos se extiendan y se produzcan daños mucho mayores que pongan en peligro la seguridad de las personas que estén en la zona.
Para estos y otros asuntos se realizan estudios de riesgos en cada uno de los locales, así como la inclusión de planes de autoprotección con personal entrenado en la evacuación y la seguridad de la zona mientras acuden los servicios de emergencias a atender el problema.