Normalmente las solemos ver enrolladas y sujetas con una tira de tela, esperando a ser desplegadas para muy diversos usos. Suelen tener un grosor de apenas un centímetro y estar fabricadas de muy diversos tamaños y colores. Se utilizan para muy diversas actividades, entre las que destacan como base para los sacos de dormir o como tapetes para yoga. Las alfombras de espuma son duraderas, aguantan muchos años si se guardan y se conservan en las condiciones aconsejadas.
Su sencilla fabricación las hace una solución más económica frente a otros materiales que aunque pueden resultar mejores y de mayor calidad son mucho más caros, por lo que no están al alcance de todos los bolsillos.
Las alfombrillas de espuma son aislantes del frío y la humedad, por lo que los campistas siempre llevan una entre su equipo de acampada para evitar que al dormir en el suelo puedan coger frío, lo que supondría una experiencia poco agradable.