Cualquier persona que tenga una habitación dedicada a hacer deporte en su casa está prácticamente obligada a instalar pisos para gimnasio en esa parte del domicilio. Cada vez que una mancuerna cae al suelo o cada vez que uno da un par de saltos para calentar antes de hacer un determinado ejercicio probablemente el vecino de abajo se lamenta de haberse mudado a ese piso dado que tiene que aguantar el ruido de los ejercicios del vecino de arriba; instalar unos pisos de este tipo es muy económico y merece la pena porque al fin y al cabo evita muchos conflictos con los vecinos que puedan estar molestos debido al ruido y las vibraciones que produce hacer deporte en casa.
Por otro lado, los pisos para gimnasio tienen la gran ventaja de que también aumentan la seguridad al hacer deporte; no es lo mismo caer contra un suelo duro que caer contra una superficie blanda que amortigua por completo el golpe y que evita cualquier posible lesión que en caso contrario sería prácticamente inevitable.
El único aspecto que puede echar atrás a una persona antes de comprar este tipo de pisos es que puede pensar que la instalación es muy complicada; la realidad es que instalar pisos para un gimnasio casero es algo que lleva un par de minutos ya que simplemente hay que ir uniendo las piezas del piso como si se tratara de un puzzle, de modo que en una sola tarde se puede terminar la instalación sin problema alguno.
En los grandes gimnasios en los que se imparten clases de baile y deportes de contacto suele ser muy habitual ver pisos para gimnasio, pero… ¿a qué se debe la presencia de este tipo de protección en estas instalaciones? Resulta que en los deportes en los que el alumno puede acabar por los suelos sería una locura no proteger la superficie ya que tarde o temprano alguien se acabaría haciendo mucho daño con una mala caída, de modo que colocando estos pisos de goma se consigue evitar este riesgo y además se permite a los alumnos entrar a la clase descalzos para así realizar los ejercicios con mucha más comodidad sin el riesgo de sufrir resbalones debido al mal contacto que suelen hacer las zapatillas con los suelos de un gimnasio.
Y en cuanto a los pisos para gimnasio que se colocan debajo de las máquinas, solamente hay que fijarse en los pesos que hay en este tipo de máquinas: lo más habitual es que haya varias pesas de cientos de kilos que al caer contra el suelo además de hacer bastante ruido también provocan un desgaste en la superficie del local, de manera que para evitar tener que reformar cada año el suelo del gimnasio muchos dueños de este tipo de locales optan por instalar en una tarde un buen lote de pisos de gimnasio; ¿y por qué se instalan con tanta facilidad y rapidez? Resulta que basta con ir uniendo las piezas del piso como si de un puzzle se tratara, de manera que cualquier persona puede hacerlo en muy poco tiempo.